Los avances tecnológicos han impulsado un nuevo paradigma. El concepto de economía colaborativa abarca una gran variedad de actividades, pero su esencia corresponde por una parte, a un modo de compartir, intercambiar o alquilar bienes sin la necesidad de posesión, y por otra, a que estos intercambios se apoyan en aplicaciones o plataformas web que permiten conexión en tiempo real, uniendo la disposición de bienes y servicios con las demandas de los consumidores.